Reestructuración de deuda empresarial: cuándo y cómo hacerlo efectivamente
Todas las empresas en algún punto deben revisar su situación respecto al endeudamiento, ya sea para salir de un atolladero o para tener una actitud preventiva. Esto lleva a plantear una reestructuración de la deuda que debe hacerse de manera adecuada, dando prioridad al análisis realista y una visión de crecimiento, dejando atrás el pesimismo y la impulsividad para obtener mejoras sustantivas.
¿Cuándo considerar la reestructuración de deuda?
La respuesta obvia es cuando una empresa enfrenta dificultades significativas para cumplir con sus obligaciones financieras, pero como se decía antes se puede considerar para revisar de manera proactiva antes de estar en dificultades sobre todo ante un panorama económico que tienda a deteriorarse. No obstante, algunas señales de que es el momento de considerar esta opción incluyen:
Dificultad para hacer pagos: Si la empresa tiene problemas para cumplir con los pagos mensuales de su deuda, puede ser un indicio de que necesita reestructurar sus obligaciones.
Altas tasas de interés: Cuando las tasas de interés son demasiado altas, la reestructuración puede ayudar a reducir el costo total de la deuda.
Aumento de la carga financiera: Si la empresa ha acumulado demasiadas deudas y su carga financiera se ha vuelto insostenible, la reestructuración puede proporcionar alivio.
Necesidad de mejorar el flujo de caja: Este es uno de los signos que suelen ser el disparador de alarma, pues los problemas en el flujo de caja se reflejan muy pronto en las dificultades para operar de manera efectiva.
¿Cómo realizar una reestructuración de deuda?
Para llevar a cabo una reestructuración de deuda de manera efectiva, es importante seguir ciertos pasos y considerar varios factores:
Evaluar la situación financiera: El primer paso debe realizar una evaluación exhaustiva de su situación financiera, incluyendo sus ingresos, gastos y niveles de deuda. Eso proporciona información básica para poder tomar los siguientes pasos.
Negociar con los acreedores: Es ineludible comunicarse con los acreedores y negociar nuevas condiciones de pago que sean más manejables para la empresa. Esto puede incluir la extensión del plazo de pago o la reducción de las tasas de interés. Es indispensable que esos acuerdes queden por escrito, para evitar malentendidos.
Implementar un plan de gestión de deuda: Se debe desarrollar y seguir un plan de gestión de deuda que le permita cumplir con las nuevas condiciones de pago y mejorar su flujo de caja.
Monitorear y ajustar: Es importante hacer el hábito de revisar con frecuencia la situación financiera de la empresa y ajustar el plan de gestión de deuda según sea necesario para asegurar que se esté cumpliendo con los objetivos establecidos. Puede parecer elemental decirlo, pero establecer fechas fijas para esta revisión es indispensable.
Comunicar internamente: Ese plan debe ser claro y debe involucrar de manera adecuada a los colaboradores que pueden contribuir a su éxito, con instrucciones claras para que operativamente tenga éxito; pero se debe hacer con la suficiente prudencia para que se vea como un proceso de mejora, y como una situación de amenaza o emergencia.
Se debe destacar que estas tácticas muchas veces necesitan realizarse con asesoría externa, porque eso facilita el ver la situación con ojos nuevos y también porque se tiene la asistencia de profesionales que tienen amplia experiencia y una visión más amplia.
Por todo lo anterior, conviene hacerse esta pregunta: ¿Tu empresa necesita mejorar su flujo de caja? Contacta a nuestros especialistas en BFA para recibir un análisis financiero y aprende cómo reestructurar tus deudas de manera efectiva.
Fuentes:
https://www.bbva.mx/educacion-financiera/blog/reestructuracion-de-deuda.html
https://www.spri.eus/es/financiacion/necesitas-mejorar-la-salud-financiera-de-tu-empresa-lortu-te-ayuda-a-refinanciar-su-deuda-y-asegurar-su-continuidad/