Contabilidad para madres emprendedoras
Emprender a veces es el cumplimiento de un sueño que una mamá tuvo desde muchos antes; otras veces, de pronto las circunstancias económicas obligan a buscar opciones para aumentar los ingresos para completar las necesidades familiares; en otras ocasiones, una le entra por apoyar a su amiga o comadre y cuando se da cuenta ya es emprendedora ella misma.
Es así que los caminos para llegar a ser emprendedora a la par que se es mamá, son muchos; pero en todos los casos hacerlo bien implica llevar correctamente la contabilidad.
No hay escapatoria
La tarea de emprender tiene, al igual que la maternidad, momentos de grandes emociones como lograr una primera venta, necesitar contratar a alguien más, recibir un pedido un poco más grande lo que acostumbrado, diseñar o mandar diseñar el logo, etc. pero al igual que en el primer año de vida se acaba perdiendo la cuenta de cuántos pañales se cambian, también al emprender se puede perder la cuenta de las actividades rutinarias, aburridas o pesadas que debe realizar.
La contabilidad, salvo en algunas excepciones, suele caer esas actividades que no despiertan necesariamente emoción porque requiere ser muy metódica y ordenada, pero también porque muchas veces no se ha descubierto que la contabilidad es una herramienta que ayuda tener mayor control del emprendimiento y puede ser determinante para tener éxito.
Sí puede ser más fácil
Para lograr que la contabilidad sea tu aliada debes tomar en consideración estos aspectos:
Tener buenos archivos: La famosa sombrerera con un montón de papelitos, sobres cerrados y post it de varios colores que sale en muchas películas como la forma de organización contable de las protagonistas es un cliché pero sirve justo a visualizar lo que no se debe hacer. Todos los papeles, facturas, recibos y demás documentos relativos al emprendimiento deben tenerse organizados, clasificados y a la mano.
Por supuesto, muchos de esos documentos ya no se tienen en papel —por eso ya ni los podemos poner en una sombrerera—, sino en la computadora, en un Drive o en un disco duro externo; y es indispensable contar con respaldo de todo. Debemos considerar extender esa organización a los correos electrónicos relativos al negocio. Siempre es preferible tener una dirección de correo exclusiva para ello, pero si usamos el personal por lo menos abrir una carpeta para mover ahí los correos.
Tener registros de todo: Llevar registro escrito de los ingresos y egresos diarios puede ser tedioso, pero es una herramienta invaluable para llevar una buena contabilidad. Incluso en las etapas iniciales cuando la compadre nos está pagando en abonos, dejarlo a nuestra buena memoria o la buena voluntad de la comadre es mala idea. Esos registros incluyen los movimientos en las cuentas bancarias y de tarjetas de crédito también. De inicio, los puedes hacer en el celular, en una libreta o en un Excel.
Conocer tus obligaciones con el fisco: Cumplir con las obligaciones fiscales en forma correcta es una de las aplicaciones de la contabilidad. Pero para ello necesitas conocer bien cuáles son las obligaciones que te corresponden según tu régimen fiscal, para tener presentes las fechas en las que debes presentar declaraciones —no siempre implicará pagar— mensuales y anuales, así como otras que pudieras tener. Es mejor que tú investigues antes que sea el SAT el que te reclame un incumplimiento porque desconocer la ley no te exime de su cumplimiento.
Considerar un software especializado: Existen en el mercado diferentes opciones de software que pueden facilitar las tareas ya mencionadas y otras más. Tienen diversas funciones que te ayudarán a sacar balances, a llevar control de ingresos y egresos, que te darán reportes de actividad, y te ayudarán a controlar mejor el pago de los impuestos.
En BFA queremos que todas las madres emprendedoras tengan éxito y por eso, ponemos a su disposición a nuestros expertos para brindarte la asesoría que necesitas.