¿Préstamos personales o empresariales?
En nuestro país, el 90% de los emprendedores usan recursos propios los primeros 3 años de su emprendimiento. Es decir, con dinero que han ahorrado o han obtenido en préstamos de familiares y amigos es como se inician la mayoría de las pymes.
Esto se debe tanto a que hay pocas opciones reales para encontrar financiamiento para una pyme y también porque se suele investigar poco acerca de estos instrumentos financieros.
Ya sea para iniciar un emprendimiento o para paliar la falta de liquidez que suele ser uno de los obstáculos que con mayor frecuencia ponen en riesgo las sobrevivencia de las pymes conviene conocer sobre los tipos de préstamos que hay.
Préstamos personales
Los préstamos personales suelen ser un poco más conocidos y son aquellos que se otorgan a personas físicas. En otras palabras, el responsable único del pago del monto prestado y de los intereses es quien firma ese crédito con una institución bancaria que pondrá ciertas condiciones para darlo, como puede ser un buen historial crediticio y/o contar con un aval.
No se debe confundir con usar las tarjetas de crédito para pagar algo (costumbre pésima, que por desgracia es muy frecuente) se trata de un monto fijo a partir del cual se calcula la tasa a pagar, ya sea fija o variable, y el modo de liquidar la deuda.
Usualmente cuando se adquieren ese tipo de préstamos se reciben incluso en la cuenta personal del dueño de la pyme. Las personas muy organizadas y con un gran control del uso de sus recursos tendrán la habilidad para ser muy estrictos en no mezclar los pagos personales o familiares con los del negocio. Y lo mismo harán con los créditos.
Sin embargo, suelen ser pocos los que tienen ese cuidado así que si se toma un crédito personal para financiar la operación de la pyme o la adquisición de materiales o equipos se debe ser muy cuidadoso en separar su uso y sus pagos.
Préstamos empresariales
En este caso, el préstamo se hace a una persona moral, es decir, la empresa o pyme registrada en el SAT. Se trata de productos financieros hechos justo para un negocio. Sus tasas de interés suelen ser diferentes e incluso pueden ofrecer métodos de pago que se adaptan a la dinámica operativa de la empresa.
En este tipo de préstamos la responsabilidad del pago recae sobre el conjunto de los que forman jurídicamente la empresa y sobre una sola persona. No se ponen en inmediato riesgo los activos personales. Se ven claramente como un préstamos para la rentabilidad y operación de la empresa, incluso suele generar una motivación positiva para apostar a la eficacia en el manejo de los recursos.
Cabe destacar que este tipo de financiamiento puede tener ventajas tributarias, por la deducción de los intereses.
Aunque en nuestro país sí existen este tipo de préstamos para financiar empresas en su lanzamiento, suele ser más común acudir a ellos para expandir las operaciones. De esta manera, se puede contar con liquidez que finalmente redunda en mayores utilidades.
La solicitud de un crédito empresarial requiere contar con balances contables saludables que demuestren que se podrá hacer frente a las obligaciones.
En BFA estamos a tu disposición tanto para apoyarte con tu contabilidad como para analizar cuáles son las mejores opciones para encontrar financiamiento para tu empresa sin importar su tamaño.