Salud financiera en 2023

Las personas están saludables cuando su cuerpo y su mente están en un equilibrio que les permite completar adecuadamente sus actividades, están satisfechas con ellas y se pueden relacionar de manera positiva con los demás. Sabemos que están saludables no sólo porque lo manifiesten sino que si se miden sus signos vitales y otros indicadores semejantes se comprueba que en efecto están saludables.

En el caso de las empresas, de manera genérica se puede decir que tienen salud financiera cuando cuentan con recursos suficientes para afrontar los gastos operativos, pagar a proveedores y generar ganancias. Igualmente, para comprobar si es en verdad cuenta con esas salud se deberá checar algunos de sus “signos vitales”.

¿Cuáles son los signos de salud financiera?

Como se decía, la salud financiera de la empresa se puede medir si se revisan algunos puntos de su desempeño:

-Tiene liquidez para pagar a sus colaboradores, a sus proveedores y a la autoridad fiscal.

-Su inventario está en un punto de equilibrio.

-No compra materiales para producción con exceso, sino justo lo que necesita.

-Si tiene financiamiento tiene recursos para cubrir los pagos programados.

-Maneja márgenes de ganancia o sea es un negocio rentable.

¿Cómo se logra la salud financiara?

Siguiendo la comparación con la salud personal, la salud financiera se puede lograr manteniendo hábitos saludables y evitando algunos comportamientos dañinos.

Entre los buenos hábitos están:

-Hacer presupuestos que incluyan proyecciones de ventas, gastos fijos, costos, etc. Estos deben ser revisados por lo menos mensualmente para tener tiempo corregir si alguna variable ha cambiado significativamente.

-Es muy conveniente crear un tablero de mando que incorpore los indicadores clave como son los datos financieros, comerciales y operativos.

-Cuidar la capitalización considerando la reinversión de las utilidades para fortalecer el patrimonio.

-Adoptar de manera consistente prácticas justas con los empleados, actuar con responsabilidad social y cuidar la sustentabilidad.

-Estar al pendiente del entorno económico general y del sector específico del negocio, ambos importan.

-Tener presentes y actuar conforme a la misión, visión y valores de la empresa.

Por otra parte, es conveniente evitar, entre otras, estas malas prácticas o vicios:

-La creencia de que si hay dinero en este momento es que todo está bien, hay que tener perspectiva a mediano y largo plazo.

-Perder control sobre entradas y salidas, especialmente en los casos en que la facturación se cobra a plazos o de forma diferida.

-No vigilar temas que parecen menores como el cheque o facturación promedio por cliente, si nos compran menos afectará.

-Considerar que las cuestiones financieras son sólo responsabilidad del encargado del tema, pues en realidad involucra a todas áreas que debe tener su parte en la responsabilidad.

-Malas proyecciones de crecimiento especialmente las hechas para tomar créditos que llevan a endeudarse más allá de las capacidad real de pago.

-Malas prácticas que impacten al capital humano pues deterioran el compromiso de los colaboradores y erosionan la productividad.

La salud financiera es un asunto importante para todas las empresas sin importar su tamaño y como se puede deducir implica considerar muchos aspectos. Si necesitas ayuda para mejorar la salud financiera de tu negocio, en BFA estamos para servirte.